Tras un mes de diciembre bastante duro en cuanto al clima, enero seguía sin dar tregua.
Aún así, nos decidimos a salir, echando más moral y ganas que otra cosa. Además, está claro que cuando no recuerdas donde pusiste la equipación para salir con la moto, es que ha pasado demasiado tiempo y toca moverse sí o sí ...
El pronóstico climatológico pintaba bastante regular, pero permitía arriesgarse (aunque con la que estaba cayendo el sábado, era complicado imaginar una mañana de domingo como la que finalmente hizo). Ya se sabe, a cero grados lo ideal, ni frío ni calor :-)
Esta vez, y por lo que se viene llamando "agarrotamiento conceptual" y algo de "querencia al brasero", Álvaro y Rafa se quedaron en boxes, así que arrancamos desde el punto de encuentro habitual para esta zona (Palacio de Hielo) Antonio, Quique y José Luis, ...que no queríamos "perdonar" otra oportunidad.
Pasando por la zona del Henares, ya nos ibamos encontrando algunos ciclistas que avisaban de que no eramos los únicos que nos habíamos echado al frío, y luego en algún que otro tramo, nos fuimos encontrando grupos en plan "pelotón" que ocupando toda la carretera parecían no ser muy conscientes de que, como dice mi hijo cuando me ve con el Iphone "hay que compartir!!!" :-)
El tramo a Pastrana (que parece estar hecho para nosotros), no deja de sorprender cada vez que lo haces. Según avanzabamos, nos ibamos encontrando cada vez más cómodos, con menos frío del que esperábamos, y el poco tráfico permitía ir ligeros, y más con la motivación (claro está) de pensar en la ración de oreja que nos íbamos a calzar en el famoso kiosko ... y así fue!!!
Apenas tres customs en la plaza (...que estos no cuentan porque está claro que salen siempre) y algún que otro perdido suelto, ...como nosotros.
El puntazo de la jornada: apareció la espaldera Dainesse de Enrique!!! (...obra de San Valentino, seguro)
Continuamos el recorrido en dirección sur-este, hacia la zona del Tajuña, por un paraje muy simpático donde empieza la ruta de "Las Vegas" (por los ríos debe ser, porque casinos, así a la vista, verlos no los vimos...).
En este tramo, hasta alcanzar Mondéjar, el tiempo estuvo algo más turbio, y en algunas rectas el viento lateral empezó a atizar un poco. Pero tan pronto entrabas en zona algo más escarpada, los zig-zag de las curvas enlazadas nos hacían recuperar ritmo.
Algún que otro coche nos iba rompiendo el ritmo, y los adelantamientos (de esos que le pondrían los pelos de punta a Pere Navarro en su silla de la DGT) nos iban poniendo a prueba.
En uno de ellos, y como si algo sobrenatural de repente se apoderara de Jose Luis, se pegó un machada y pasó al personal a 7.000 vueltas y quitando la "carbonilla" a los colectores, pero apenas le duró un momento el subidón y volvió al redil sin problemas ...
El paso por Mondéjar (que tiene buena pinta por cierto), nos dejó la imágen de algún que otro restaurante a tener en cuenta en alguna otra pasada por la zona, y una zona de cuevas en el lateral de un cerro que te traslada en el tiempo.
La ruta nos llevó por Tielmes (parece un sitio muy singular, al que habrá que dar una oportunidad en otra ocasión), y ya en dirección a Perales de Tajuña, en un tramo de rectas junto al río, aparecieron tres "japos" que de forma bastante exagerada y poco fina, decidieron pasarnos como si el mundo fuese para ellos (...o contra ellos).
Cuando el primero se le echó medio encima a Antonio al incorporarse, seguro que se acordó de los antepasados de alguno pensando "ya está aquí Jose Luis de nuevo, con otro subidón...cohóne!! ".
Cruzamos la A-3 por un paso inferior, y llegamos a Morata de Tajuña. Parada técnica y aperitivo, antes de encarar Madrid.
El tiempo en esta última zona, bastante soleado por cierto.
Apenas dejas las últimas casa de Morata, y sin previo aviso, entras en una zona de curvas espectaculares, primero en subida y luego una serie de enlazadas bajando que nos pusieron de nuevo en orden, ...que salíamos muy relajados.
Entrada en la A3 y sacudiendo para Madrid, que ya entrabamos en horario de comida y cada uno por su sitio.
La verdad es que la mañana fue muy buena, el tiempo nos dió tregua suficiente, y muestra de ello es que llegando a casa, empezó a llover (y ya toda la tarde), pero lo disfrutamos sin duda.
Vsssssssssss
